Las habilidades
sociales no tienen una
definición única y determinada, puesto que existe una --confusión conceptual a
este respecto, ya que no hay consenso por parte de la comunidad científica; sin
embargo pueden ser definidas según sus principales características, y éstas son
que las habilidades sociales son un conjunto de conductas aprendidas de forma
natural (y por tanto, pueden ser enseñadas) que se manifiestan en situaciones
interpersonales, socialmente aceptadas (implica tener en cuenta normas sociales
y normas legales del contexto sociocultural en el que tienen lugar, así como
criterios morales), y orientadas a la obtención de reforzamientos ambientales
(consecución de objetos materiales o refuerzos sociales) o autorefuerzos.
No en vano, también son conductas asociadas a los
animales, puestas de manifiesto en las relaciones con otros seres de la misma
especie. En el caso de las personas, estas dotan a la persona que las posee de
una mayor capacidad para lograr los objetivos que pretende, manteniendo su
autoestima sin dañar la de las personas que la rodean. Estas conductas se basan
fundamentalmente en el dominio de las habilidades de comunicación y requieren
de un buen autocontrol emocional por parte del individuo. En muchas
enfermedades mentales el área de las habilidades sociales es una de las más
afectadas, por lo que su trabajo en la rehabilitación psicosocial es
importantísimo